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miércoles, 26 de septiembre de 2007

Rigor mortis


El escritor mira sin interés a su alrededor. Han pasado semanas desde que escribió algo por última vez en esa máquina maldita y no logra atar el nudo sobre su historia. Lo más difícil de escribir una autobiografía completa, como todos saben, es el final. No sería completa si el escritor estuviera vivo al terminarla y lamentablemente, si de hecho lo es, el escritor no verá nunca el éxito, no escuchará las críticas y no saboreará el triunfo o la derrota que vienen con la publicación.
Escribir no tiene nada nuevo, ha estado alrededor del hombre por milenios y se ha escrito sobre todos los temas, en todos los estilos. Por esta razón nuestro escritor, un tipo nada normal, ha decidido escribir la primera autobiografía completa en la historia de la humanidad. Para eso, armado de una paciencia interminable, y empujado por una locura galopante, ha anotado toda su vida, en cada trozo de papél o sucedáneo que alguna vez cruzó sus manos. Sus dedos, negros y callosos ya por la tinta y el trabajo, han dejado de sentir los lápices, las teclas, e incluso el frío ártico de su vaso de whisky. Nada de eso importa de cualquier modo. Su tarea ha sido completada de manera exitosa, pues revisando las páginas ve con orgullo que no hay pensamiento sin plasmar o acto sin explicación, lógica y detallada, como debe ser.
La lista de cosas que hacer está completa... bueno, casi. El árbol esta plantado, el libro casi escrito. Su esposa murió hace algunos años, y dado que nunca tuvieron hijos, no tiene duda alguna de poder terminar su obra sin herir a nadie. Así, depués de una espera que parece nunca acabar, la realización de lo que debe hacer lo golpea de manera súbita y, en un último momento de gloria, despeja su antiguo escritorio de todo menos la máquina, el papel, su fiel pluma y la tinta.
Escribe frenéticamente, rellenando la últimas dos semanas, los altos y los bajos, sus propias dudas respecto a su capacidad, y la enorme felicidad que lo embarga en este instante.
Todo sale bien, las hojas ordenadas parecen pedir felizmente ser marcadas por la máquina, impresas para siempre en tan noble libro. La tinta baila a través del aire, en su loca travesía hacia aquel golpe de gracia.
Y finalmente, nuestro hombre llega a la última línea. No pondré aquí lo que escribe, pero todos pueden imaginarlo. Digamos que va por las líneas de "...murió felizmente, haciendo lo que quería y completando así la primera autobiografía completa del mundo. Fin."

Al tocar ese último punto, literalmente, sus dedos, tiesos y sin vida, caen finalmente sobre el papel, derramando la tinta que una vez usara para escribir, y dejando así su última firma, que nadie verá jamás. Su acompañante, de largos y tiesos dedos, espera pacientemente a que su cliente arregle lass cosas para el camino que han de recorrer. Aunque no tiene ojos, puede ver claramente la obra del hombre y, no teniendo nada mejor que hacer, se sienta pacientemente a esperar, en un cómodo sillón -negro, por supuesto- y lee atentamente tan extraño libro.

5 comentarios:

Unknown dijo...

Está muy muy bueno. Un poco de depuración y estaría listo para un concurso de cuentos.... o mejor, para empezar tu libro... y así te van quedadno menos cosas por hacer.

Saludos.

Anónimo dijo...

Soy un bot..... pip.... pip....

Nosoytuchacha dijo...

Bueno el cuento!! Aunque me costó entender el final, tuve que releermelo un par de veces. ¿Te recomiendo algo para que parezca más real el cuento? No te involucres en las escenas. Nárralo todo desde un punto de vista objetivo, en cómo utilizas las expresiones, la conjugación de los verbos, etc ...
Pero repito, el cuento en sí, la idea, es muy buena.
Parece que soy más romántica, yo lo hubiese suicidado jajaja.

Alvaro Figueroa dijo...

Está muy bueno. Por supuesto tienes que limpiarlo de las equivocaciones tontas de ortografía como "lass" o "papél".

Creo que Pablo y tú deberían hacer un "Circulo de la Muerte y Otros cuentos".

Saludos.

Just Donox dijo...

mmmm... Bueno.....me gustó...
Buen final, nada que decir.
A diferencia tuya y de Angie, yo hubiese puesto un final sádico y retorcido, pero bueno, ese lo guardo para mi...
Podrías trabajar a la Muerte...es un personaje mucho más noble y cariñoso de lo que todo el mundo cree...¿o teme?...

En fin...

Saludos y sigue con los cuentos, están buenos...