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domingo, 23 de septiembre de 2007

Desde el abismo...


Lo siento al despertar. Algo en el aire me grita que no va a ser un día normal. Nada nuevo, no he tenido días normales en mas tiempo del que me gustaría. Decido no levantarme, dormir un poco más nunca le ha hecho daño a nadie y además no se mueve ni una mosca en la casa. Despierto sudando, no de miedo, ni de frío sino simplemente de dormir demasiado abrigado cerca de la ventana. Tomamos desayuno, bueno como no tomaba en meses, y decidimos ir a remar. El lago está bajo, no ha llovido y no auguran buenas cosas para el verano así que aprovechamos mientras podemos. El agua es turbia, pero no me molesta, desde que la conozco ha sido así y eventualmente uno se acostumbra a ello. Quizás no debiera haberlo hecho. Nos subimos a los botes y empezamos a remar. Es bueno, más rápido que yo, pero no importa, no es una competencia. Cuando finalmente me canso comienzo a mirar a mis alrededores. . . Pasa el tiempo y uno, perdido en la nada bajo el sol, se deja secar. De una u otra forma, termino parándome en el kayak. Ahí me doy cuenta, mala idea. Las cosas pasan antes de que pueda reaccionar. Esa ola golpea de lado, pierdo el equilibrio, y por un segundo parece que estuviera caminando sobre el agua. Lamentablemente, no es así. El agua esta fría, y con desesperación intento aferrarme al bote, antes de que se vaya muy lejos. En mi miedo irracional, logro subirme al kayak, pero no
sin hacer un alboroto bastante grande. Y entonces sucede. Me subo, piernas colgando, y desde el fondo veo venir, como de una pesadilla lovecraftiana, fauces antediluvianas, abiertas y oscuras que de un mordisco desaparecen mis pies. No lo creo y, aunque veo la sangre, el dolor nunca llega.
Cuando finalmente reacciono, ya es demasiado tarde, sus colmillos se ciernen alrededor mío, de un solo mordisco me devora y parte el kayak en dos. . .

No queda nada, dos pedazos de plástico flotando, sangre en el agua, y un amigo muy asustado. Todo lo veo desde afuera, desde adentro, desde mis propios ojos y reflejado en los ojos de la bestia en un eterno segundo final...

...siempre insistí en que no pusieran plesiosaurios aquí.

5 comentarios:

Cata dijo...

Sabía que hibas a subir ese cuento hoy!!!!!!!! Ja Ja Ja

Y pk pusistes la parte del plesosaurio? Hiba todo bien hasta que lo volvistes irreal..

Muy buen finde juntos, muy rica semana contigo.

Arriba el ánimo y miles de besos 4u!

Cristián Carbone dijo...

Listo, corregido tras ninguneos. Ahora el final alternativo está escondido por ahí.

Alvaro Figueroa dijo...

Ya lo encontré...

En fin... buen cuento, mejor sin la influencia incomix y muy ad hoc...

Viva Aculeo y sus oscuras y tenebrosamente lovecraftianas profundidades.

Por ahí nos olemos... si es que queda algo de nosotros...

Alvaro Figueroa dijo...

P.S.: el verbo es ir, no hir XD

Nosoytuchacha dijo...

Magistral!!! Tienes una riqueza de descripción impresionante!!! Me dio miedo el final :S jajaja, para que veas ...
Y quien sería el tiburón?
Dejo la pregunta abierta ...